Hablando con los pescadores
Cuando volvimos hoy de pescar, llamamos a los que se quisieron acercar, que fueron en número de veinte, y conté sobre la parábola de
La Buena Semilla y la Cizaña. El resultado de mis palabras me recordaron lo que Dios le dijo a mi amado Ezequiel: Yo te envío a los hijos de Israel, a esos gentiles y apóstatas que se han apartado de mí. Son hijos de rostro duro, y de corazón indomable esos a quienes Yo te envío. Y les dirás: Esto dice el Señor Dios. Así estos pescadores que me escuchaban actuaban, algunos incluso se reían, pero igual algunas
semillas caen en tierra blanda, siempre. Los que escuchan no son sólo los que están cerca, sino sus familias, los caminantes y todos aquellos que sin querer acercarse vean desde la distancia a un grupo de hombres reunidos para decir y escuchar la palabra del Altísimo de una forma nueva. Ya sabemos que deben ser muchos los llamados, pero que siempre serán pocos los que vengan.
1 Comments:
A mi me parece que los pescadores eran unos hippies y Jesus mucho mas hippie, paz y amor hermanos
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