6.1.06

Los Primeros discípulos

Hoy estuve con Simón y Andrés, con los dos de Zebedeo, y con María, la viuda y su hija conversando a orillas del mar. A estos, menos a la niña por su juventud, los considero mis discípulos, ya que no sólo respetan y creen en mi palabra, sino que gustan de pensar conmigo las soluciones a los problemas que surgen, desde los más pequeños, a los más profundos. No es casualidad igualmente que no se acerquen a escuchar nunca aquellos que han estudiado las escrituras. Su pensamiento está muy cerrado ya, se creen muy importantes con lo que saben como para ponerse a discutir sobre su veracidad. No hay forma de que entiendan de que yo solo vengo a cumplir lo escrito, palabra por palabra, o mejor aún, vengo a cumplir lo escrito en su verdadero Espíritu.