23.12.05

La Buena Semilla y la Cizaña

Hoy mientras pescaba con los hermanos, pensé en otra parábola para contarle a las gentes. El Reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena simiente en su campo; pero al tiempo de dormir, vino cierto enemigo suyo, tal vez un antiguo pretendiente de su mujer, y sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Estando ya el trigo verde y despuntando su espiga, se descubrió también la cizaña. Vinieron los criados del agricultor y preocupados le preguntaron si quería que cortara la cizaña. El hombre les dijo que no, porque con la cizaña podrían arrancar también el joven trigo. Esperad al tiempo de cosecha, les dijo, entonces cortaremos el trigo con la cizaña, pero separaremos uno de otro en grandes haces y quemaremos con alegría la cizaña en el fuego. Este cuento es muy bueno para explicar a las gentes porqué convivimos los buenos con los malos y cómo al final todos reciben su merecido. Por cierto, aunque no sea muy práctico con las redes, Simón y Andrés dicen que cuando voy en el bote con ellos la pesca mejora notablemente.